miércoles, 28 de octubre de 2009

Sola en su suicidio

"... ( ) We couldn't imagine the emptiness of a creature who put a razor to her wrists and opened her veins,
the emptiness and the calm…
(… ) we had to breathe forever the air of …
alone in suicide,
which is deeper than death,
and where we will never find the pieces to put them back together."


Jeffrey Eugenides


Sus pasos como descargas de ametralladora firmes y constantes, aceleran el encuentro y apuran el romance impetuoso de casi dos años entre ella y la licorería. Siempre caminando con la cabeza clavada en el suelo, desde el accidente de Matías, refugiaba sus manos en los bolsillos y permitía que el cigarro se consumiera en su boca plácidamente. Esa postura era probablemente la siguiente en los pronósticos de Darwin, regresar al encorve del que partió la evolución de la raza humana, esta vez mas simios pero sin el bello que nos proteja de nuestras vergüenzas. Algún día todos caminarían así, asumiendo esa posición de tanta relevancia histórica, disfrutando con la mirada cada centímetro de concreto consumido, concreto puro atropellado. Mientras tanto Matías seguramente esperaba en el filo de la ventana, colgado de las cortinas y con sus pies de muñeco mal trechos sobre el suelo del apartamento, tal vez con una cuarta parte de su cuerpo colgando hacia el vacío, eso sí tenia suerte, pero más probablemente apenas alcanzaría a asomar los ojos a la calle. Muchas veces le explicó que no se perdía de nada y, aún así, él siempre aparecía detrás de la puerta en alguna de esas posiciones. ¿Qué quería ver Matías? ¿Por qué no entendía que afuera no había nada mínimamente importante? (…) Fragmento del cuento “Sola en su suicidio”

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