domingo, 6 de diciembre de 2009

Solamente por tres razones

a

Porque tu cabello cae de cierta manera
que resulta innecesaria
la comprobación científica de la gravedad,
pues es en esa forma de suspenderse
donde reside toda verdad.



b

Porque se puede saber,
precisamente,
la verdad absoluta
Entre el instante
en que me miras
y justo aquel en que regresas sobre tus pasos
cercana a la despedida.

c

Porque ese cabello que desciende
y se suspende.
Y ese momento
en que me miras y te marchas
son irremediablemente tuyos.

(m r-C )